jueves, 23 de agosto de 2012

Una tarde en la piscina

Ayer recordé algo de aquel polémico articulo que escribió hace poco la actriz y comediante Alejandra Azcarate,  donde se refería a las ventajas de ser gorda, y es que recordé el articulo porque estuve en la piscina de la unidad donde vivo y creo que me llegué a sentir no se si identificada con algunos fragmentos del articulo aquel o simplemente incomoda al ver los cuerpos de algunas vecinas. El tema es que aún no llego a los 30, no tengo hijos y sé que tampoco tengo sobrepeso, pero me sentía obesa al ver los cuerpos de mis vecinas que incluso estaban algunas en compañía de sus hijos, cuerpos armoniosos, trabajados, -que envidia!- pensaba y tengo que confesar que empecé a sumir mi pancita. Me atrevería a decir que unos producto del bisturí otros resultado de ejercicio.
De igual modo pensé que las que tienen su cuerpo moldeado en un quirófano merecen reconocimiento, considero que eso de operarse es pa' machos por todo lo que implica y por supuesto, las mujeres juiciosas, disciplinadas que consiguen estar divinas por su constancia en un gym, madrugan, queman calorías, dieta, step, pilates, en fin, son de admirar.
En esta parte recuerdo otra frase que leí alguna vez en un libro de mis autoras favoritas, donde una de sus entrevistadas dijo que: "no hay mujer fea, sino perezosa"

Por Nasly V